Ingredientes 1 vaso de aceite de oliva
1 cebolla
4 cucharadas soperas de harina
3/4 litro de leche entera
250 g. de queso cabrales
2 huevos batidos
Pan rallado
Nuez mozcada
Sal
Elaboración
(1) En una sartén se pone a calentar un poco de aceite de oliva, o un trocito de mantequilla.
(2) Se ralla la cebolla o se corta en trocitos pequeños y se sofríe bien, pero sin que llegue a tomar color.
(3) Se echan en la sartén 3 ó 4 cucharadas soperas de harina y se revuelve todo bien con una cuchara de madera hasta que la masa que se forma quede dorada. De esta forma evitamos que la harina sepa a crudo.
(4) Sazonamos la masa o bechamel con nuez moscada y sal, teniendo cuidado de no pasarnos con la sal ya que el queso que añadiremos al final ya está salado, aunque esto va a gusto del consumidor.
(5) Vamos añadiendo la leche poco a poco. Al principio se forma una masa bastante espesa que debemos ir removiendo y aligerando con más leche, hasta conseguir la consistencia deseada. Debe quedar bastante espesa, pero sin pasarse para que no se queden demasiado duras. Cuando la masa es consistente y se desplaza ligeramente por la sarten significa que hemos conseguido el punto deseado.
(6) Al final añadimos el queso cabrales y lo removemos de forma que quede bien mezclado y desecho.
(7) Dejamos enfriar la masa en un plato.
(8) Para darles forma vamos cogiendo porciones de la masa con un tenedor y las pasamos por el huevo batido y el pan rallado.
(9) Las freímos en abundante aceite y las colocamos sobre papel absorvente para eliminar el exceso de grasa.
Presentación
Podemos presentar las croquetas sobre hojitas de lechuga y con medio tomate en el centro del plato o acompañadas de la ensalada que más nos guste.
